Santa Cruz / Campo base

LA QUEBRADA SANTA CRUZ

PERÚ, región Áncash.

Una exploración junto a Victor Escudero, fotógrafo de la Cordillera Blanca

El sendero de Santa Cruz atraviesa el corazón de la Cordillera Blanca. Se despliega a lo largo de 43 kilómetros como una red arterial de quebradas principales y pequeñas, conectando complejos nevados y lagunas turquesas que silenciosamente habitan en el Parque Nacional Huascarán.Los primeros pasos se dan a 3,700msnm, y se van distanciando uno del otro, a un ritmo cada vez más sosegado a medida que se asciende hacia el techo del camino, Punta Unión, una inmensa columna vertebral de roca que parte en dos, el Valle de Santa Cruz. Aquí, a 4,750 metros, el esfuerzo de respirar ese aire cada vez más frío y fino, nos recuerda lo lejos que estamos de la costa, mientras la mirada se pierde sobre una  explanada de cumbres nevadas que parece no tener fin y que se extiende como un mar desde todos los frentes.

La primera vez que Victor recorrió el camino de Santa Cruz fue en 1975, cuando apenas empezaba a ser visitado por un puñado de alpinistas aficionados. Esa vez, recuerda, lo agarró la noche y envuelto en la oscuridad no le quedó más que tender su carpa sin saber realmente en qué punto de la quebrada se encontraba. Repentínamente una luz se encendió sobre el Nevado Quitarraju y se mantuvo durante varios minutos alumbrando su cumbre, en una noche sin luna. De esa vez, le quedó el misterio y también el asombro de encontrarse en la ruta, con otras caras de los nevados, ángulos secretos que sólo se dejan ver desde este lado de la quebrada.

Desde entonces, Victor ha regresado al menos quince veces con la misma emoción que la primera. Siempre que puede, toma una ruta diferente, ingresa por una quebrada distinta, asegurándose de no dejar camino sin reccorrer. Los bosques dorados de sabios queñuales, lo reciben como a un viejo amigo que les hace compañía mientras se toma una habitual pausa para reconocer este ecosistema que lo cobija y restaura del caos de la ciudad. A su lado, un riachuelo va esculpiendo su recorrido entre las piedras sin detenerse y Victor se prepara para continuar el suyo y reencontrarse con los nevados que lo inspiran y reafirman su vocación.